Pensando en 2025: CFK regresó con críticas a Milei y propuestas de recetas ya fracasadas

La expresidenta y ex vicepresidenta se presentó en Quilmes junto a Mayra Mendoza. Le reclamó a Milei un “golpe de timón” con más regulaciones del Estado, especialmente en el sector energético y señaló: “El problema es que es muy dogmático. Si lo hace lo vamos a ayudar, nadie quiere que le vaya mal”. Un discurso “ni privatista, ni estatista”, “ni de derecha, ni de izquierda”. Kicillof y Larroque estuvieron en el público, en el marco de las internas del PJ. Un discurso pensando en el 2025 que va en contra de cualquier intento de enfrentar el plan de Milei, los grandes empresarios y el capital financiero para la Argentina.

Crsitina Kirchner reapareció en Quilmes junto a la intendenta Mayra Mendoza, durante la inauguración del Microestadio Presidente Néstor C. Kirchner. A 21 años de las elecciones de 2003 que luego terminaron con la llegada de Kirchner a la Casa Rosada, la ex vice durante el gobierno del Frente de Todos aprovechó la ocasión para dar su primer discurso público desde la asunción de Javier Milei.

Cuestionando el actual rumbo político y económico, Cristina insistió en el esquema tantas veces repetido de rescatar aspectos de sus gobiernos pasados y contraponerlos con el presente, marcando varias críticas a las que definió como “empíricas y no ideológicas”. La aclaración la hizo varias veces, en las que se encargó de dejar en claro que no cree “en esto de la derecha y la izquierda” así como no se considera “ni privatista ni estatista”. Precisamente esto lo enfatizó para definir a Javier Milei como alguien muy dogmático y remarcó: “El presidente es muy dogmático, él quiere acomodar la cabeza al sombrero. No achique la cabeza, agrande el sombrero. Si lo hace lo vamos a ayudar, nadie quiere que le vaya mal. Si le va mal a usted, le va a ir mal a todos los argentinos”.

En este mismo sentido, CFK insistió: “El presidente tiene que comprender que tiene que darle un golpe de timón a esta política” y cuestionó que hoy no exista “un plan de estabilización” como sí hubo bajo los gobiernos de Menem, “con la convertibilidad”, y de Alfonsín “con el Plan Austral”.

A los empresarios, con el corazón

En otro momento de su discurso, Cristina se encargó de resaltar que está lejos de una mirada “antiempresarios” y se metió en la interna que hoy por hoy atraviesa la Unión Industrial Argentina, que viene de publicar un duro documento sobre el desplome de la actividad industrial a pesar de estar comandada por Paolo Rocca, uno de los más entusiastas oficialistas del momento. En este punto criticó el discurso presidencial del lunes por remarcar que “la recuperación va a venir del petróleo, el gas, la minería y el campo” y señaló que “estas actividades no van a generar trabajo suficiente, y va a empezar a pasar -o ya empezó a pasar- el otro gran fenómeno del menemismo que es la desocupación”.

Además, se refirió puntualmente al tema de las prepagas y al caso de Claudio Belocopitt en particular, sobre quien dijo que no cree que sea “mala gente” y volvió a insistir con la idea de la regulación estatal sobre el negocio capitalista como solución. “Cuando uno es empresario lo único que le importa es la rentabilidad y tal vez está muy bien. No creo que sean insensibles, son empresarios y el que tiene que tomar el rol ahí es la política y el Estado para establecer una vinculación armónica en la socedad. ¡Armonía!” , remarcó.

Una idea de regulación estatal repetida hasta el hartazgo por CFK y el peronismo y que se ha mostrado totalmente impotente, con un resultado más que a la vista durante el último gobierno del Frente de Todos en donde la desigualdad social siguió aumentando enormemente. Si la “legitimidad de origen necesita legitimarse en la gestión y en resultados” como señaló y que de nada sirve “si la gente se caga de hambre cuando sos gobierno”, el peronismo debería hacer una revisión profunda ya que sus recetas se demostraron completamente fracasadas en este terreno, abandonando el gobierno el año pasado con un 41,7% de pobreza. La victoria de Milei no puede explicarse si la gente no se hubiera cagado de hambre durante el gobierno que condujeron Alberto, Cristina y Massa. Las tímidas regulaciones sin proponerse transformar radicalmente las condiciones estructurales del país ni cuestionar el acuerdo con el FMI, la propiedad de los bancos, los grandes campos, los principales resortes de la industria y el comercio exterior o los servicios estratégicos como la energía y las telecomunicaciones ya mostraron claramente cuál es el camino al que conducen.

La interna del PJ y un llamado a ordenar sus filas

En otro momento de su discurso, Cristina Kirchner hizo alusión al actual momento que atraviesa el peronismo y criticó la actitud de algunos de sus dirigentes. “Hay que estudiar, formarse y salir a discutir, pero no pelotudeces”. Y apuntó contra Andrés “Cuervo” Larroque -que viene de realizar distintas críticas contra La Cámpora y Máximo Kirchner- aunque sin mencionarlo explícitamente. “Los dirigentes y militantes tienen que estar preparados. No podemos salir más a la bartola o ir a un canal de TV a putear a otro compañero. No es hora de reproches, es hora de reflexión”, señaló.



Los gestos incómodos de Larroque al escuchar la crítica de Cristina Kirchner

Los gestos incómodos de Larroque al escuchar la crítica de Cristina Kirchner

El mensaje no fue bien recibido por otros dirigentes que, en la interna, hoy se encuentran más cerca de Larroque y más alejados de MK. Fue el caso de Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría y de Juan Zabaleta, ex jefe comunal de Hurlingham, que en redes sociales subieron foto y video con un mensaje irónico en el que cuestionaron: “Otra vez sopa!”

Además, en todo su largo mensaje Cristina evitó hacer mención a la actitud que vienen jugando las direcciones sindicales que están negociando el ajuste con Milei, la Ley Bases que se tratará este lunes 29 y los distintos proyectos de reforma laboral. Una actitud cómplice de los ataques, coincidente con la estrategia de todas las variantes del peronismo que buscan ordenarse hacia adentro pensando en las elecciones del año que viene, esquivan la movilización callejera y negocian por partes el ajuste, mientras abren la puerta a discutir parte de la agenda del Gobierno en su avanzada privatizadora y de retrocesos en materia de derechos laborales.

Te puede interesar: El lunes a las calles: ¿en qué te puede afectar la nueva Ley Ómnibus si se aprueba

En esa sintonía volvió a insistir con la idea de “rediscutir en serio la educación” y volvió a hacer hincapié en el problema del ausentismo docente. “Yo escuchaba el otro día al gobernador de Santa Fe (el radical Pullaro) cuando se hizo cargo que tenía un problema porque tenía un 25% de recursos que destinaba a salarios docentes que estaba pagando y que no concurrían por suplencias, por licencias o lo que fuera. Tenemos que discutir en serio porque los recursos son escasos y si no queremos discutir nosotros vienen otros y discuten desde afuera y de un lugar de porquería”.

Un reconocimiento a la agenda de toda la derecha y principalmente del Gobierno que busca responsabilizar a la docencia por la situación de la educación pública, mientras los distintos oficialismos han venido recortando presupuestos en función de destinar mayores recursos a financiar los pagos de deuda.

Para no cagarse de hambre hay que escribir otra historia

Luego de su discurso, el presidente salió a responderle a Cristina Kirchner a través de sus redes sociales. En un mensaje en X apuntó: “La gente se caga de hambre por el modelo que ustedes defendieron durante décadas”. El mensaje era en respuesta a la afirmación de la expresidenta, que había cuestionado: “Te puede haber votado el 60 por ciento, pero si después la gente se caga de hambre y lo echan del trabajo, ¿de qué sirve?”

La reaparición de CFK es vista en el oficialismo como una oportunidad para volver a polarizar con ella y aprovechar su mayor ventaja, que es el desastre económico, político y social que dejó el Frente de Todos luego de gobernar 4 años y administrar la herencia macrista de la deuda y el ajuste.

Una agenda funcional al relato de ambos, que instala la discusión con un tono electoral y muy alejado a debatir seriamente como enfrentar el plan de ajuste de Milei y sobre todo como construir otra relación de fuerzas que permita derrotar el plan de guerra contra el pueblo trabajador e imaginar otro futuro posible.

A lo largo de estos años, el peronismo ha demostrado -con y sin Cristina- su impotencia para plantear una alternativa diferente a la hoja de ruta del ajuste que ordenan el FMI y los grandes empresarios. Lejos de eso, se muestra como una fuerza conciliadora con el poder económico, que solo tiene para ofrecer algunas regulaciones y que promueve, como CFK misma lo dijo, la armonía entre los intereses del empresariado y el conjunto de la sociedad. Una idea utópica que fue la que nos trajo hasta acá y que, en los últimos años, le abrió paso como nunca antes al crecimiento de la derecha libertariana que hoy se encuentra en el gobierno.

Por eso mismo, es necesario superar la experiencia histórica del peronismo y la idea de conciliación de intereses de clase que promueve. Lejos de tomar partido en una discusión entre “reguladores” y “defensores del libre mercado”, la clase trabajadora y los sectores populares deben pelear por poner en pie una fuerza política alternativa y poderosa, que cuestione a los dueños del país y que se proponga una salida a la crisis radicalmente distinta, poniendo como prioridad los intereses de la enorme mayoría de la población y no la ganancia de un puñado de multimillonarios. En esa pelea se encuentra el PTS y el Frente de Izquierda, organizando la resistencia al ajuste de Milei y la apuesta por dar vuelta la página y empezar a escribir otra historia.

Te puede interesar: Todos al Congreso el lunes 29: que la CGT y las CTA convoquen paro y movilización para ese día

Dejá tu comentario