Aunque el matrimonio igualitario fue un avance histórico, la lucha por la igualdad continúa con la demanda de acceso a licencias de cuidado.
El 15 de julio de 2010, Argentina se convirtió en un referente para la región al aprobar la ley de matrimonio igualitario, garantizando el derecho al matrimonio para todas las personas, sin importar su orientación sexual. Sin embargo, más de una década después, se evidencia la necesidad de seguir avanzando en la igualdad de derechos y en el reconocimiento de la diversidad.
Una de las deudas pendientes que aún persiste está relacionada con el derecho al cuidado. A pesar de los avances logrados con la ley de matrimonio igualitario, el régimen de licencias actuales sigue basándose en una concepción de familia y en estereotipos de género que no contemplan la diversidad de formas familiares y la participación equitativa de todas las personas en el cuidado.
Las parejas del mismo género a menudo se enfrentan a obstáculos para acceder a licencias de cuidado. Carolina Villanueva, directora y co-fundadora de Grow-género y trabajo, destaca que muchas organizaciones no consideran las dificultades que enfrentan las parejas de hombres para tener hijos o adoptar, lo que resulta en la falta de licencias para ellos. Incluso para las mujeres, las licencias relacionadas con tratamientos de fertilidad, pérdidas de embarazo y el cuidado en sí mismo a menudo no son contempladas adecuadamente.
En respuesta a esta situación, el año pasado se presentó el proyecto de ley Cuidar en Igualdad, que busca crear un sistema integral de cuidados y extender el régimen de licencias en cantidad de días y población alcanzada. Este proyecto supondría un avance significativo, estableciendo licencias de 90 días por adopción, extendiendo de 2 a 12 días los trámites administrativos y ampliando los días de licencia para parejas que se someten a tratamientos de reproducción asistida.
A pesar de su presentación, el proyecto aún no ha sido tratado y los derechos que busca garantizar no están asegurados en la actualidad. Ante la ausencia de políticas públicas, las organizaciones empleadoras pueden desempeñar un papel fundamental al promover beneficios que garanticen el cuidado en cualquier tipo de familia.
Desde Grow-género y trabajo, se acompaña a las organizaciones que eligen tomar la iniciativa y ocupar ese lugar de promover la igualdad y el cuidado. Sin embargo, se destaca que es responsabilidad del Estado garantizar estos derechos mediante leyes que estén acordes con los tiempos actuales.
Si bien la ley del matrimonio igualitario fue pionera en su momento, igualando los derechos de todas las parejas, independientemente de su orientación sexual, con las parejas heterosexuales y cisgénero, el desafío actual radica en ampliar aún más esos derechos y garantizar el derecho al cuidado. La lucha por la igualdad continúa, y es fundamental que se promuevan leyes y políticas inclusivas que reconozcan y protejan a todas las formas de familia, asegurando que nadie quede excluido o desamparado en el ejercicio de sus derechos fundamentales.