Los judiciales de Neuquén exigen al TSJ la implementación del Convenio Colectivo de Trabajo. El Tribunal sigue sin cumplir con la Ley 2670, mientras nos preguntamos: ¿Qué esperar de una Justicia que no respeta ni sus propios compromisos?
Hace tan sólo unos días los trabajadores judiciales de Neuquén hartos de las promesas vacías del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) se movilizaron, en reclamo por el Convenio Colectivo de Trabajo y el Protocolo de Violencia Laboral que habiendo sido aprobados, siguen sin ser implementados como corresponde según la Ley. ¿Qué puede esperar la sociedad de un órgano de justicia que ni siquiera cumple con la ley?
El TSJ, la máxima autoridad judicial de la provincia, ha dejado en claro una cosa: sus compromisos con los trabajadores no son una prioridad. La Ley 2670 es explícita: el Tribunal debe implementar los acuerdos paritarios dentro de un plazo de 10 días hábiles. Ha transcurrido poco más de un año, y la obligación legal sigue sin cumplirse. Esto no solo es una falta de respeto hacia los trabajadores judiciales, sino también hacia la comunidad que depende de una justicia eficiente y transparente.
El Convenio Colectivo: 12 Años de Negociación Ignorados
El Convenio Colectivo de Trabajo no es un capricho sindical, es el resultado de más de 12 años de arduas negociaciones entre el Sindicato de Empleados Judiciales de Neuquén (SEJuN) y el Poder Judicial de la provincia. Un acuerdo que debía mejorar las condiciones laborales de los judiciales y garantizar sus derechos básicos. Sin embargo, el TSJ ha optado por ignorar estas conquistas, manteniendo en vilo a cientos de trabajadores que exigen respuestas.
La actitud del TSJ refleja una preocupante falta de voluntad para resolver el conflicto. No solo desatiende los compromisos firmados, sino que también mina la credibilidad del sistema judicial. Si el máximo tribunal de la provincia no respeta los acuerdos laborales, ¿cómo puede la ciudadanía confiar en que hará cumplir la ley de manera justa e imparcial?
Apoyo de la Federación Judicial Argentina: La Lucha No Está Sola
La falta de implementación del Convenio Colectivo de Trabajo no es solo un problema local. La Federación Judicial Argentina (FJA) y los distintos sindicatos que la integran han expresado su respaldo total al SEJuN en esta lucha. La denuncia presentada por la FJA ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expone las violaciones a los derechos laborales que sufren los judiciales neuquinos, subrayando la responsabilidad del Estado provincial y nacional en este incumplimiento.
Este apoyo no es menor. La solidaridad de la FJA y otros sindicatos fortalece la lucha de los judiciales neuquinos, quienes han dejado en claro que no se detendrán hasta que se respeten sus derechos. La marcha de hoy y la próxima asamblea provincial convocada para el lunes 9 de septiembre son solo el comienzo de lo que será una batalla larga y sostenida, en la que el TSJ no podrá seguir escondiéndose detrás de su inacción.
La Patética Actitud del TSJ: ¿Qué Más Se Puede Esperar?
El comportamiento del TSJ es patético, indigno de una institución que se jacta de ser garante de la justicia. La sociedad neuquina debe preguntarse: si el Tribunal Superior de Justicia no es capaz de cumplir con los acuerdos que firma, ¿qué tipo de justicia está garantizando? La respuesta es clara: ninguna. El TSJ está más preocupado por mantener el statu quo que por cumplir con su responsabilidad legal y moral.
El reclamo de los judiciales no es solo por un convenio. Es un reclamo por el respeto, por la dignidad laboral y por una justicia que realmente sirva a la comunidad. La demora en la implementación del Convenio Colectivo es solo un síntoma de un problema mucho mayor: un tribunal que no está a la altura de las necesidades de la provincia.
El Gobierno También es Responsable
No solo el TSJ es responsable de este atropello. El gobierno provincial, encabezado por Rolando Figueroa, también tiene su cuota de responsabilidad. Los judiciales entregaron una nota al gobernador exigiendo la aprobación inmediata de los títulos pendientes. Pero hasta ahora, el Ejecutivo ha permanecido en silencio. Este silencio es cómplice del incumplimiento del TSJ, demostrando que, una vez más, el gobierno prefiere mirar hacia otro lado en lugar de resolver los problemas de fondo.
La justicia, un pilar fundamental de la democracia, está siendo desmantelada desde adentro. Los trabajadores judiciales seguirán en las calles, en la lucha, porque saben que lo que está en juego no es solo su convenio, sino el futuro de una justicia que respete los derechos de todos.