Luego del triunfo parcial del Gobierno, nueva crisis y una oportunidad para que el PTS/FITU multiplique su influencia y fuerza militante

Resumen

Los temas centrales a tratar en la Conferencia, que están desarrollados en los documentos presentados a la militancia, son:

En el documento sobre la situación nacional:

• El gobierno logró un triunfo parcial con la sanción de la Ley Bases pero en el marco de una mayor crisis económica (presiones devaluatorias por parte del campo y el FMI, recesión que se profundiza llevando a aumento de la desocupación, la pobreza y la desigualdad) y divisiones crecientes en las fuerzas políticas del régimen, lo que redunda en una continuidad de la crisis orgánica y del carácter transitorio de la situación que habíamos definido en anteriores documentos, bajo el influjo de las tendencias internacionales de falta de motores económicos, tendencias a crisis de los regímenes políticos (cuya última expresión fue el fracasado levantamiento militar golpista en Bolivia), mayor competencia entre potencias, incertidumbre sobre las elecciones presidenciales en noviembre en EE.UU. y crecientes escenarios de guerras que no encuentran resolución y amenazan extenderse (Ucrania, Palestina).
• El triunfo parcial del gobierno en el terreno político y legal nacional no se traslada de forma automática a la relación de fuerzas a nivel estructural, que está más en disputa.
• Si bien se afianza la aplicación del Protocolo represivo de Bullrich, el gobierno tuvo una primera derrota parcial en su intento de establecer un régimen de disciplinamiento policial de la protesta social con las acusaciones de “terrorismo” e “intento de golpe de Estado” y las detenciones indiscriminadas en la movilización del 12/6 que generaron un amplio movimiento democrático que logró que no haya procesados por los cargos que imputa el fiscal (pese a que quedan 5 detenidxs y el fiscal Stornelli apeló las faltas de mérito) y la liberación de la gran mayoría de lxs presxs.
• Esa movilización fue masiva pero limitada tanto en su amplitud (no hubo paro nacional y tampoco la disposición a ganar las calles de las movilizaciones del 23A en defensa de la universidad pública) como por la ausencia de tendencias espontáneas más “revueltistas” (tipo lo ocurrido en diciembre de 2017, contra la reforma previsional).
• Hay tendencias a la polarización en los extremos del arco político, con una parte de la base mileísta que defiende más abiertamente al gobierno (más “vocal”, podríamos decir) y una parte con más odio de la población opositora, que se refleja por izquierda en el apoyo y reconocimiento que reciben nuestros compañerxs en los lugares de trabajo y estudio, y a Myriam Bregman, Nico del Caño, Chipi Castillo, Ale Vilca y al PTS. Esta reivindicación excede a lxs votantes del FITU y llega a parte de la base del peronismo. Mientras puede retroceder en la coyuntura la probabilidad de lucha generalizada (como hubiera sido posible con un paro nacional activo contra la Ley Bases), hay posibilidades de luchas defensivas frente a los ataques y síntomas de sectores avanzados que a la bronca con el gobierno le suman mayor decepción con el peronismo. Pensando en el corto y mediano plazo, estos sectores pueden convertirse en una vanguardia con la que confluyamos desde la izquierda en luchas duras (con campañas y peleas preparatorias audaces) y, a partir de una fuerte lucha político e ideológica de nuestra parte, rompan conscientemente con el peronismo adhiriendo a una izquierda de la clase trabajadora y socialista.

En el documento sobre orientación señalamos que:

• Se abre una importante oportunidad política para la construcción del PTS no sólo “por arriba” (con el peso creciente de nuestrxs referentes parlamentarios y una nueva revolución en nuestro sistema de medios) sino también “por abajo” sobre la base del sector político antes señalado, la falta de liderazgo y crisis del peronismo, el prestigio político conquistado por el PTS/FITU en todo el universo de la izquierda y sectores del peronismo, junto a la extensión nacional consolidada de nuestra organización (en provincias que abarcan al 80% de la población argentina) y presencia en múltiples fábricas, empresas, escuelas, hospitales y facultades con una amplia red de militancia, referentes y simpatizantes. Nos referimos a una oportunidad que se irá desarrollando desde ahora y en los próximos meses, más allá de coyunturas cambiantes y giros bruscos, salvo que se produzca una derrota de magnitud que cierre la situación transitoria, cuestión que no parece probable.
• Aprovechar esta oportunidad política significa, en primer lugar, proponernos una intervención cualitativa en la lucha de clases, donde se van a presentar nuevos escenarios dado que seguirán los intentos de descargar la crisis sobre el pueblo trabajador, se multiplicarán los ataques por empresa o gremio, despidos de estatales y en empresas como FATE y SIAT, etc. Podemos incidir en el desarrollo de los conflictos si tenemos políticas audaces para actuar desde nuestras agrupaciones obreras y estudiantiles, referentes parlamentarixs, asambleas barriales, agrupamientos como la Posta de Salud, Unidxs por la Cultura, centros de estudiantes, CeProDH, etc., y desde allí articular políticas de frente único y coordinación, rescatando las experiencias de estos meses pero redoblando nuestras iniciativas (coordinación entre asambleas, agrupamientos de sectores culturales y estudiantiles en lucha, sindicalismo combativo e izquierda, donde se configuraron polos independientes de acción propia o en las convocatorias de la CGT; enfrentamiento a diversas represiones en las calles y con movimientos democráticos amplios). En el interior, donde no surgieron asambleas barriales, nos proponemos impulsar iniciativas de agrupamiento amplio para apoyar las luchas, ayudar a coordinarlas o defenderlas frente a los ataques patronales/gubernamentales, con instituciones democráticas como puede ser el CeProDH.
• En segundo lugar, el otro cambio central que queremos abordar son los fundamentos para un giro en el discurso y la práctica del conjunto de nuestra organización, que parta de una lucha política e ideológica para explicar ampliamente la necesidad de defender un programa transicional y sumarse a la militancia para construir una izquierda de la clase trabajadora y socialista contra el liberalismo de la derecha y el estatismo blando del peronismo, que deja pasar el plan de Milei y se opone a siquiera pensar un país libre del orden del FMI y las multinacionales.
• Esto implica continuar haciendo agitación política de los aspectos de nuestro programa transicional (que expresamos en los 10 puntos contrapuestos a los lanzados por Milei) en función de los hechos que se sucedan en la realidad política, pero profundizando y dando más jerarquía a nuestros fundamentos ideológicos: por un lado, contraponer al individualismo capitalista (en función de la ganancia) que promueve el liberalismo de la derecha, la perspectiva socialista y revolucionaria que busca transformar y liberar la potencia de la cooperación social, base de la producción y reproducción de la riqueza material que el poder de mando del capital pone al servicio de la explotación de lxs trabajadorxs y la destrucción del planeta; una salida realista contrapuesta también a la utopía del peronismo de pretender desde el Estado darle un carácter progresivo a las fuerzas estructurales del capital que tienden a mayores ataques, crisis y guerras, sin romper siquiera con los marcos del neoliberalismo y del FMI. Una salida que conduce al gobierno de las y los trabajadores y la lucha internacional por el socialismo. Por otro lado, seguir explicando que es falso que en Argentina sólo existan tradiciones políticas liberales o peronistas: nuestra perspectiva se inscribe en las gestas de la clase obrera de nuestro país, como parte de la clase obrera internacional, y sus lecciones políticas y estratégicas derivadas del balance del ascenso de los ‘70 y las luchas posteriores (notas de Matías Maiello y Emilio Albamonte en Ideas de Izquierda; libro La Córdoba revolucionaria de Eduardo Castilla, libro Insurgencia Obrera de Ruth Werner y Facundo Aguirre).
• Queremos darle valores concretos a nuestro internacionalismo a partir de las campañas propuestas en la Conferencia de la FT-CI de repudio a la masacre del Estado de Israel en Gaza, por el desconocimiento de las deudas de los países dependientes y semicoloniales y contra el militarismo imperialista.
• Proponemos debatir en todos los equipos, con todos los y las simpatizantes que podamos y en la misma Conferencia esta oportunidad política y un objetivo audaz de construcción de nuestra fuerza militante partiendo de conquistar nuevxs compañerxs que se propongan ser cuadros en el sentido de organizar a nuevas generaciones militantes. No estamos planteando transformarnos en un partido (leninista de combate) que en lo inmediato pueda dirigir un 20 o 30% de la clase trabajadora (para lo que sería necesario que medien procesos mayores de la lucha de clases y radicalización política), sino apuntar a una influencia más orgánica en los sectores avanzados poniendo más a tono nuestra construcción “por abajo” (en calidad y cantidad) respecto al desarrollo del PTS “por arriba”, lo cual puede incluir conquistar internas, delegados y centros de estudiantes.
• Nos proponemos que lxs referentes parlamentarixs nacionales y de cada provincia o municipio (tengan o no cargos) profundicen la intervención que ya practican en las luchas, apostando a una relación más estrecha con determinados sectores de la clase trabajadora y las políticas de construcción que estamos planteando. Junto con esto nos proponemos hacer una nueva revolución en nuestro sistema de medios repensando la relación entre nuestra presencia en redes, LID como diario digital de noticias y debates políticos, Ideas de Izquierda como suplemento teórico-ideológico semanal y los libros de Ediciones IPS, así como las nuevas vías que sean necesarias para llegar a la juventud, la clase trabajadora y el público más politizado de la izquierda y el peronismo.

Publicamos aquí una versión editada de los documentos.

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Una oportunidad para que el PTS/FITU multiplique su influencia y fuerza militante