La UCR al borde de una nueva ruptura por los «radicales con peluca» que apoyan a Milei

El bloque radical se enfrenta a una posible fractura interna tras los votos a favor de los vetos presidenciales

El radicalismo, partido histórico y pilar de la política argentina, vuelve a vivir tensiones internas que lo ponen al borde de una nueva fractura. La raíz del conflicto actual es la presencia de cinco diputados que, en un giro polémico, votaron junto a Javier Milei, apoyando los vetos presidenciales que impactaron negativamente en sectores tan sensibles como los jubilados y las universidades. Estos votos han dejado al bloque de la UCR en una situación de extrema tensión, con facciones que buscan su expulsión y otras que, temiendo perder bancas, intentan mantener la unidad a cualquier precio.

El sector liderado por Facundo Manes y Martín Lousteau ha lanzado un ultimátum: si estos cinco diputados no son expulsados del bloque antes del martes, se llevarán consigo a un buen número de legisladores, generando una nueva ruptura interna. Esto podría dejar al bloque radical severamente debilitado, arrastrando al partido a una nueva fragmentación.

Un bloque en crisis

El presidente del bloque de la UCR, Rodrigo De Loredo, ha tratado de contener la situación, manteniendo reuniones con los cinco diputados en cuestión. Aunque les solicitó un compromiso para votar con el bloque a partir de ahora, los legisladores pusieron como condición mantener el «equilibrio fiscal», una demanda que demuestra su cercanía ideológica con las políticas de Milei. Esta situación ha sido un nuevo detonante para el sector de Manes y Lousteau, que consideran imposible la convivencia con lo que ya llaman «los radicales con peluca».

El martes será clave para el futuro del bloque. Si no hay expulsiones, el grupo liderado por Lousteau y Manes amenaza con irse, llevándose al menos 11 diputados, y posiblemente hasta 13. Esto podría dejar al bloque radical aún más vulnerable frente a un escenario político en el que Milei, con su estilo disruptivo, está logrando fracturar a uno de los partidos más antiguos del país.

Un pasado de rupturas

No sería la primera vez que el radicalismo enfrenta una fractura. Años atrás, el partido llegó a tener más de un bloque de diputados, una situación que tardaron mucho tiempo en revertir. La actual crisis recuerda esos tiempos, pero en un contexto donde las divisiones ideológicas dentro del partido son más marcadas, especialmente con el ascenso de nuevas fuerzas políticas que están alterando el panorama tradicional.

La posible ruptura no solo debilitaría al bloque en el Congreso, sino que pondría en juego el futuro de la UCR en un momento en que la unidad es clave para enfrentar los desafíos electorales venideros. Si bien el presidente del bloque, De Loredo, busca evitar una escisión, parece claro que cualquier compromiso que deje adentro a los diputados alineados con Milei solo generará más tensiones.

El papel de Milei

El factor Javier Milei ha sido determinante en esta crisis. Con su discurso libertario y su capacidad para captar el descontento de ciertos sectores, ha logrado atraer a estos cinco diputados que, aunque radicales de origen, no dudan en votar alineados con su agenda. Esta cercanía con Milei es vista por muchos dentro de la UCR como una traición a los principios del partido, lo que alimenta aún más las demandas de expulsión.

La pregunta ahora es si el radicalismo podrá resistir esta nueva crisis interna o si, una vez más, el partido terminará fragmentado, en una situación que solo beneficia a sus rivales. Con el plazo hasta el martes, la presión aumenta, y las decisiones que se tomen en las próximas horas podrían cambiar el futuro del bloque radical para siempre.

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