Trevor Mullinax recibió nueve disparos, tres de ellos en la cabeza, y sufrió lesiones que requirieron cirugía. Lo ocurrido lo llevó a entablar este mes una demanda, entre otros, por negligencia grave.
Un estadounidense interpuso este mes una demanda en Carolina del Sur por un incidente ocurrido hace dos años, en el que varios policías dispararon casi 50 veces contra la camioneta donde se encontraba.
El día 7 de mayo de 2021, Trevor Mullinax se atrincheró en su vehículo con una escopeta luego de amenazar con suicidarse. Un familiar suyo se comunicó con la línea de emergencia 911 y solicitó asistencia, además de un chequeo de salud mental. Cuatro miembros de la oficina del alguacil del condado de York acudieron al lugar de los hechos.
Imágenes captadas por cámaras policiales muestran que, unos segundos después de llegar a la escena, tres uniformados comienzan a disparar casi de inmediato contra el parabrisas del vehículo donde permanecía Mullinax. Su madre, Tammy Beason, quien se había parado al lado de la ‘pickup’ para tratar de disuadir a su hijo, salió corriendo, asustada y gritando.
Dos agentes sacaron al hombre herido y sangrando de la cabina y lo esposaron. Según el informe oficial sobre el tiroteo, se registraron 47 disparos en cinco segundos. Trevor recibió nueve disparos, tres de ellos en la cabeza, y sufrió lesiones que requirieron cirugía, comentó Beason al diario The Washington Post.
Mullinax y su madre demandaron al condado de York y a su oficina del alguacil alegando negligencia grave, entre otros cargos. «Ustedes no son un escuadrón de la muerte. Se supone que deben tratar de ayudar a las personas, incluso si tienen que dispararles. Esposan a este hombre con tres agujeros de bala en la cabeza y luego esposan a su mamá. Esto fue repugnante», aseguró el pasado martes el abogado defensor, Justin Bamberg.
Las autoridades policiales informaron la semana pasada que los agentes involucrados habían sido investigados y absueltos. Asimismo, indicaron que el «único» que cometió una irregularidad fue Trevor, acusado penalmente por portar y mostrar un arma. Según el alguacil del condado de York, Kevin Tolson, el implicado no podía poseer una de forma legal por sus antecedentes. En el momento del tiroteo, pesaba sobre él una orden de arresto por un cargo de robo, que luego fue desestimado.
El caso del arma de fuego de Mullinax está pendiente de juicio, según los registros judiciales. Sus abogados afirman que es inocente del cargo y que nunca usó la escopeta de manera agresiva. Asimismo, alegan que Trevor pasaba por un estado grave de angustia emocional antes del encuentro con los agentes. Había tenido una discusión con su novia dos días antes y, el día que le dispararon, había visitado la tumba de su abuela. Luego, comenzó a contemplar acabar con su vida y se estacionó en un campo de York con una escopeta de caza de su propiedad.