Saqueo al bolsillo: el poder adquisitivo del Salario Mínimo perdió un 58% desde 2015

El Gobierno decidió por decreto un mísero aumento del haber mínimo. Según un informe de Cifra de la CTA, entre noviembre de 2023 y abril, este salario subió nominalmente 38,9% frente a una inflación que puede alcanzar más de 110%. Es urgente un aumento de emergencia.

El Gobierno decidió por decreto el nuevo valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) luego de que no hubo un acuerdo entre las centrales sindicales, y los empresarios en el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil. Así, desde el 1° de mayo de 2024, el salario mínimo se ubica en $234.315. Un monto que está por debajo de la canasta de pobreza.

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El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) de la CTA señaló que “el salario mínimo, vital y móvil ha tenido un brutal descenso a partir de la asunción de la actual administración”. Vale aclarar que también cayó el poder de compra del haber mínimo durante el gobierno de Fernández.

Según el informe de CIFRA en abril de 2024 el poder adquisitivo del salario mínimo se ubicó 44,7% por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 57,7% por debajo del de noviembre de 2015.

Los precios de los alimentos escalaron. Si se considera el precio de los alimentos para evaluar el poder de compra, “la pérdida de poder adquisitivo del salario mínimo resulta mayor cuando se contabiliza exclusivamente en alimentos: -51,7% respecto de noviembre de 2019 y -63,0% respecto del mismo mes de 2015”, agregó CIFRA.

El informe calculó que “si no hubiese tenido lugar la pérdida de poder de compra del salario mínimo sucedida desde fines de 2015 a la fecha, en el actual mes de abril este salario hubiese sido de casi $ 480.000”. Pero el Gobierno ofreció solo $234.315.

Cifra advirtió que “tan grande es el retroceso que el valor real se ubica incluso por debajo del nivel de 2001/2002”.

El documento comparó la evolución del salario mínimo con las líneas de pobreza y de indigencia, donde alertó un retroceso histórico. “En abril el salario mínimo sólo alcanzó para adquirir poco más de la mitad de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y menos de un cuarto de la canasta de pobreza, relaciones solo comparables al peor momento de la crisis tras el estallido del régimen de convertibilidad”, concluyó CIFRA.

Es urgente un aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y planes sociales. Nadie puede ganar menos de lo que cuesta la canasta básica ($773.385 en marzo, según el Indec). Es necesario que la CGT y la CTA convoquen a un plan de lucha hasta derrotar el plan del gobierno de Milei, rechazando el conjunto de la ley bases y fiscal, por la anulación del mega-DNU y el protocolo de Bullrich.

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