Reunión de Caputo con Kristalina: con gestos amables pero sin “fondos frescos” a la vista

La titular del FMI se reunió con el ministro de Economía, en el marco de la cumbre del G20. Georgieva destacó el camino de ajuste fiscal del gobierno. Si bien no se anunció nada concreto en términos del nuevo préstamo que ansía el Gobierno, Caputo elogió a Kristalina como “la mejor de la historia”. Más arrastrado no se consigue.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, se reunió este jueves con el ministro de Economía Luis Caputo en el marco de la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil.

“Discutimos el sólido desempeño en la lucha contra la inflación, la consolidación fiscal y el apoyo a las personas vulnerables. Estamos comprometidos a apoyar los esfuerzos del gobierno para revertir la economía en beneficio de las personas”, aseguró la titular del organismo internacional en un tuit luego de la reunión con Caputo que la consideró como “constructiva”.

El ministro de Economía retuiteó el mensaje de Kristalina agradeciendo el apoyo del Fondo, y fué incluso más allá, elogió a la titular como la “mejor directora gerente del FMI en la historia”.

Necesidad de dólares

Luis Caputo, quien trajo al FMI en 2018 durante el Gobierno de Mauricio Macri, tiene previstas reuniones con la secretaria del Tesoro de los EEUU, Janet Yellen; el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, y con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, quién fue uno de los intervinientes en el último acuerdo con Argentina como director para el Hemisferio Occidental del FMI.

El Gobierno está en busca de “fondos frescos” en un nuevo acuerdo con el FMI que pretende en U$D 10.000 millones ante una escasez de divisas que se agudiza cada vez más. Más aún, a comienzos de 2025 enfrenta fuertes vencimientos de deuda con acreedores privados.

La expectativa de Milei está centrada en una victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones ejecutivas de EEUU de este año, que facilite el desembolso del organismo donde el país del norte es socio mayoritario. Recién asumiría en enero.

Mientras tanto el FMI presiona por la salida del cepo y una devaluación del peso para asegurarse lo suyo, ante una creciente dificultad del gobierno para acumular reservas.

Nada bueno se puede esperar del FMI: desde que llegó se duplicó la pobreza y sus recetas nos llevan a un hundimiento de la economía, el mismo organismo prevé para este año una caída del 3,5%. El desconocimiento soberano de la deuda externa y una ruptura con el FMI permitirían a la clase trabajadora poner un límite a la sangría de la deuda y alcanzar una moneda fuerte. Junto con el establecimiento de un monopolio del comercio exterior para poner fin a la fuga de divisas, se puede comenzar a sentar las bases para una economía planificada democráticamente desde abajo, que priorice solucionar las necesidades sociales y no la rentabilidad de un pequeño grupo de capitalistas.

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