Recalculando: Caputo postergó aumentos de tarifas de luz y gas de julio

Tras el tarifazo aplicado en junio y el rebrote que se espera en el dato de inflación, el gobierno decidió postergar los aumentos de julio en las tarifas de luz y de gas. Un cambio de último momento frente a las situación social y la pérdida de ingresos en niveles críticos, mientras la economía se sigue hundiendo. También se posterga la suba de impuestos a los combustibles, no obstante las petroleras subirán hasta un 4 % los valores de las naftas.

En junio el Gobierno aplicó un aumento tarifario de más de 150% en las tarifas de electricidad y de gas para reducir los subsidios económicos a las empresas privatizadas y cumplir con las metas de ajuste fiscal acordadas con el FMI. El tarifazo no fue bien recibido, especialmente en los sectores de ingresos medios y bajos, los más afectados. Es que las subas en total terminaron siendo superiores al 400% en el caso de la electricidad y del 1.000% para el gas natural porque se sumó el hecho de un mayor consumo estacional por el comienzo del inverno.

El sector energético es uno de los más favorecidos por el Gobierno de Milei, con ganancias extraordinarias. De acuerdo a un estudio del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPPyP) que dirige Claudio Lozano, en base a datos de la Comisión Nacional de Valores puede verse que las empresas privatizadas obtuvieron un aumento de sus ganancias netas de hasta 21.217% interanual en el primer trimestre, como en el caso de Central Puerto, o de 3220% como en el caso de CT Ensenada Barragán (pertenecientes a Pampa Energía, familia Mindlin, e YPF).

La suba de tarifas tiene impactos directos e indirectos sobre la inflación, es decir, sobre el índice general de precios. No sólo por la suba en el rubro de servicios públicos per se, sino por impactar en el resto de los precios al tratarse de un insumo que se traslada a los costos de producción. De igual forma, impacta la suba del precio de los combustibles.

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Por ello Luis Caputo, el Ministro del Economía, decidió frenar los aumentos pautados sólo para julio (porque los tarifazos se realizarán hasta fin de año), y postergarlos al mes de agosto.

El Gobierno comienza a notar que no hay mucho margen social para aguantar más ajuste. Y plantean falsamente que se trata de “sostener la recuperación del poder adquisitivo de la población”. No hay tal recuperación: los salarios del sector privado registrado cayeron un 14% desde que asumió Milei, los del sector público un 21% y los del sector informal un 27,7%, de acuerdo al índice de salarios del Indec.

La medida se establece para los consumos hogareños del mes que viene y, dependiendo de la fecha de facturación, en principio la mayoría de los usuarios lo pagarían en agosto.

“Si un consumidor en junio gastó exactamente el mismo consumo que en julio, su factura tendrá el mismo monto a pagar”, explican en fuentes de la Secretaría de Energía. Y, desde ya pagará menos si el consumo disminuye. Esto implica que se seguirán sosteniendo los aumentos ya realizado en junio.

Por ejemplo, en el caso de la energía eléctrica, para la categoría de N1 (ingresos altos): Una factura de $ 24.710 en mayo pasó a $30.355 pesos (aumento del 23%). En julio, si mantiene el mismo consumo, pagará esta misma cifra, es decir $30.355. Abarca un universo de 1,5 millones de hogares.

Para la categoría N2: (ingresos bajos) pasa de una factura promedio de $6.295 a $12.545 (99% aumento). Comprende 1,9 millones de usuarios. En la categoría N3 (ingresos medios) pasó de $6.585 a $16.850 (aumento 156%). Engloba 1 millón de usuarios.

Pero además, el gobierno bajó los topes de consumo, es decir que cada vez menos hogares quedan comprendidos en las categorías medias y bajas. N1 no tiene topes. N3 es hasta 250 kWh/mes (se reemplazó los 400 kWh/mes); N2 hasta 350 kWh/mes.

En el caso de las tarifas de gas tampoco los consumos de julio tendrán aumento.

Aumentos de combustibles

El gobierno también decidió diferir el incremento del impuesto a los combustibles (ICL) previsto desde el próximo lunes. En las próximas horas el Poder Ejecutivo publicará un decreto para concretarlo, al igual que sucedió en mayo y junio. Desde el primero de julio la suba del tributo redundará en un aumento de 1% en los precios finales de la nafta y el gasoil.

De todos modos, el Gobierno le garantiza a las petroleras sus negocios. YPF, Axion, Shell y Puma podrían trasladar a los surtidores el 2% correspondiente a la devaluación mensual del peso “para no retrasarse contra los precios internacionales”. El incremento final rondará el 4% mensual, al igual que en los últimos meses. Desde que asumió Javier Milei los combustibles saltaron más del 110% promedio.

Las empresas petroleras también están entre las grandes ganadoras del Gobierno de Milei, con enormes ganancias. “La estrategia del gobierno de Milei de liberar el precio local del barril de crudo para alinearlo con la cotización internacional del Brent, sumado al efecto de la devaluación del tipo de cambio, devino en un descomunal crecimiento en las rentabilidades de los principales operadores del eslabón upstream”, señala el informe de IPPyP.

En el primer trimestre del año las empresas hidrocarburíferas tuvieron incrementos interanuales de sus resultados netos de 829% (YPF), 375% Pan American Energy (PAE, propiedad de la británica BP, la china CNOOC y los Bulgheroni) y de 2731% en el caso de Tecpetrol (de Techint de Paolo Rocca).

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