Claves de la inestabilidad del dólar: los límites del plan económico de Caputo

Este miércoles las cotizaciones paralelas volvieron a cerrar en alza, marcando uno de los peores momentos financieros del Gobierno desde su asunción. El blue se ubicó en los $1.365 luego de haber rozado los $1.400, seguido de cerca por el MEP (dólar bolsa) y el Contado con Liquidación. El Gobierno está sometiendo todas sus decisiones a bajar la inflación, utilizando el tipo de cambio oficial (y el ajuste fiscal) como ancla, pero el FMI y las patronales agrarias presionan por una devaluación.

El último comunicado emitido por el FMI le exige al gobierno que acelere la suba de la cotización oficial y los empresarios del campo ya venían presionando por una devaluación al exportar lo mínimo indispensable. A este combo el Gobierno le agregó las tasas de interés reales negativas que perjudican a los ahorristas en pesos y una seguidilla de crisis políticas que dejaron a la vista su debilidad.

Esos factores provocaron que en lo que va de junio, el dólar blue acumule un ascenso de más de $145 y tengamos en cuenta que, en mayo, este tipo de cambio ya había trepado $185 (un 17,8%), luego de tres meses de relativa estabilidad. La devaluación inicial de Caputo, sumada a la fuerte recesión provocada por el ajuste habían logrado un pequeño periodo de calma en el frente cambiario luego de la crisis abierta durante la gestión del peronismo; pero las alquimias del ministro de Economía tuvieron un efecto efímero.

Las claves de la inestabilidad financiera:

  • El FMI viene de exigir al gobierno que devalúe con el objetivo de que se acumulen reservas para que el país pague la deuda con el organismo, pero también con los acreedores privados, los especuladores de Wall Street. El fondo también pidió por el fin del “dólar blend”, el beneficio a las agroexportadoras para que puedan liquidar un 80% a la cotización oficial y un 20% al “contado con liquidación” (CCL), un dólar financiero de mayor cotización que no entra al Banco Central.
  • El campo sigue liquidando a cuenta gotas y complica la entrada de divisas. Este miércoles el Banco Central (BCRA) tuvo que vender 76 millones de dólares ante la baja liquidación de divisas de los exportadores que siguen presionando por la devaluación. En medio de un menor ritmo – y mayor irregularidad – en las compras del BCRA, crece la expectativa por la dinámica de las reservas ante una escasa acumulación de divisas en un trimestre clave por la cosecha y las perspectivas de la habitual menor oferta de divisas en el segundo semestre.
  • La inflación entre diciembre y mayo (último dato publicado por el Indec) acumula un 107 %, superando la devaluación del 100 % realizada por Caputo apenas asumió. La suba de la cotización oficial de la divisa norteamericana del 2% mensual fija va quedando por detrás del promedio de los precios que parece haberse estancado entre el 4 y el 5 %. El Gobierno pretende no moverse de su plan con el objetivo de bajar la inflación, pero mes a mes acumula más contradicciones.
  • Con el cepo al dólar vigente una de las alternativas para los tenedores de pesos son los plazos fijos, pero desde el Ministerio de Economía bajaron la tasa de interés al 2,9% mensual quedando muy por debajo de la inflación. De esta manera crece el incentivo a comprar dólares en los mercados paralelos.

¿Hacia una nueva devaluación?

La semana pasada, el ministro de economía Luis Caputo, anunció que el gobierno negociará un nuevo programa con el FMI en busca de dólares frescos y una posible salida del cepo. Desde el fondo si bien felicitaron por el sobrecumpliento de las metas, se muestran reticentes a ampliar el crédito con Argentina hasta que el Gobierno de señales más sólidas de gobernabilidad y capacidad de acumulación de divisas. De haber un nuevo préstamo sería de U$S 12.000 millones, con desembolsos progresivos a medida que el gobierno avance con las reformas estructurales exigidas.

Las dificultades de Caputo para conseguir dólares no son menores. El gobierno no tiene mucho para ofrecer a los empresarios del agro para que liquiden, además se aproximan fuertes vencimientos en el próximo trimestre. De un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) se desprende que, entre junio y septiembre, habrán vencimientos de deuda en dólares por U$S6.918 millones: títulos públicos (U$S3.765 millones), FMI (U$S1.414 millones) y otros organismos multilaterales y bilaterales (U$S1.639 millones).

El plan económico de Milei está atado a los condicionamientos del FMI. Desde el organismo internacional saben que sus metas fueron sobrecumplidas por el Gobierno, generando como costo una caída económica muy profunda, con un desplome del 5,1% del PBI para el primer trimestre del año. Incluso el fondo empeoró la estimación que calculaba a principios de año calculando una caída del 2,8 % del PBI al 3,5 %.

El organismo admite que aumentará la desocupación y que “La recesión actual podría prolongarse, alimentando las tensiones sociales y complicando la implementación del programa”. Desde que el FMI volvió a la Argentina en 2018 de la mano de Mauricio Macri, la pobreza se duplicó y en los primeros meses de Milei alcanzó al 55 % de la población según las estimaciones de la UCA. Mientras tanto la actividad económica se desploma, el desempleo aumenta y a 7 meses de gobierno y decenas de viajes al exterior, no hay inversiones a la vista.

Milei busca una reorganización económica subordinada al gran capital financiero internacional. Este jueves busca la aprobación de la Ley Bases que incluye una reforma laboral para eliminar derechos a los trabajadores y que garantiza múltiples beneficios para multinacionales, principalmente las ligadas al extractivismo. Pero como indica el economista Pablo Anino del PTS en el FIT-U, “La superación de la decadencia del país requiere lo contrario: una reestructuración dirigida por un gobierno de la clase obrera, la única clase productora de nuestra sociedad, que mediante la nacionalización de los recursos estratégicos (mineros, hidrocarburíferos, agropecuarios), gestionados por las trabajadoras y trabajadores, el desconocimiento soberano de la deuda fraudulenta y la ruptura con el FMI, ponga en pie la planificación racional de la economía que priorice mejorar las condiciones de vida de las amplias mayorías.”

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