Con los nuevos índices de la Canasta Básica Alimentaria y Canasta Básica Total, con las previsiones de una inflación que no parece ceder en los próximos meses, hoy las familias deben destinar cada vez mayor parte de sus ingresos a los gastos básicos de alimentación, servicios y bienes de uso diario.
Ayer se dio a conocer el nuevo valor de la Canasta Básica Total (CBT) para un hogar de 4 integrantes, la cual se vio incrementada en un 7,2% mensual alcanzando el valor de $ 217916, que si bien se ubicó por debajo de la inflación general que fue de un 7,8%, en el acumulado interanual la CBT alcanzó un 118,6% ubicándose por encima del índice interanual inflacionario que es del 114,2%. Con este breve resumen podemos determinar que solo algunas familias de las que pertenecen a la clase trabajadora (asalariado registrado, no registrado o desocupado momentáneamente) alcanzan a cubrir dicho costo.
Para no ser menos, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) alcanzó un índice interanual del 122,6% impactando fuertemente en las familias de menores ingresos, a las que cada vez les cuesta más llenar la olla a fin de mes o llegan endeudándose a futuro formando una espiral compleja para más adelante.
Ante esta situación, las familias hoy solo tienen la seguridad de que cada vez es más difícil a fin de mes, cubrir los costos básicos, alejándose cada vez más de los “lujos” que permiten, una economía sana. Hoy ocupan lugar de privilegio, aquellas cosas que para generaciones anteriores eran opciones posibles. Hoy las nuevas generaciones ven casi imposible el acceso a una vivienda o hasta la posibilidad de acceder a un automotor, simple pero clara demostración de la pérdida de poder adquisitivo de la “clase media” que a medida que se encrudece la realidad económica diaria se va ampliando más la brecha con las clases altas.
A esto debemos sumarle que la economía mundial que se intenta reordenar luego de la pandemia, con una guerra en Europa que parece solo ir en ascenso bélico y con EEUU y China peleando el comercio y poderío económico mundial, para nuestro país este momento puede ser una oportunidad, siempre que quienes nos gobiernen empiecen a tomar las decisiones correctas
Con elecciones nacionales en pocos meses, con propuestas sumamente variadas y extremas en algunos casos que no son más que promesas efímeras o vacías de soluciones, solo podemos concluir que la economía no cederá para las familias, en lo que resta del año al menos. El ajuste siempre termina impactando en las clase trabajadora y de menores ingresos y que gran parte de la clase política se aleja cada vez más de la realidad social compleja en la que nos encontramos.
No es de extrañar que en este contexto la conmoción social esté en un punto sensible. Sin respuestas en corto o mediano plazo, solo le queda seguir luchando el día a día y no perder la esperanza de que en algún momento empezará a mejorar la situación.