El sector manufacturero pyme sigue en retroceso, con cinco de seis rubros mostrando caídas interanuales. La capacidad instalada está por debajo del 61%, y las empresas claman por alivio impositivo y estímulo a la demanda.
La actividad manufacturera de las pymes en Argentina registró en septiembre una caída interanual del 6,6%, según el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este descenso acumuló una baja del 15,1% en los primeros nueve meses del año frente al mismo período de 2023, aunque la tasa de caída es la menor de los últimos diez meses. En términos mensuales, se observó un leve repunte del 3,7% desestacionalizado, destacándose la mejora en cinco de los seis sectores relevados.
A pesar de este pequeño repunte mensual, el uso de la capacidad instalada sigue siendo bajo, con un promedio del 60,6%, lo que refleja una actividad aún deprimida. El sector textil e indumentaria es el que más dificultades enfrenta, con apenas un 54,6% de su capacidad instalada en uso, afectando su capacidad para pagar salarios, como manifestó el 24,1% de las empresas consultadas.
Demandas urgentes: reducción de impuestos y estímulo a la demanda
Entre las principales demandas de las industrias pymes, la reducción de impuestos (nacionales, provinciales y municipales) se posicionó como el reclamo central, concentrando el 59,8% de las respuestas de los encuestados. En segundo lugar, las empresas manifestaron la necesidad de un estímulo a la demanda interna (13,9%), a la vez que resaltaron la importancia de bajar los costos externos al proceso productivo, que hoy superan a la preocupación por la caída en la producción misma.
Un aspecto relevante es la baja intención de contratar personal en el corto plazo, reflejada en una menor demanda de incentivos para la contratación. Esto responde a la disminución de la actividad productiva, lo que ha llevado a las empresas a posponer decisiones de expansión de sus plantillas.
Análisis sectorial: Alimentos y bebidas, textiles y papel, los más afectados
- Alimentos y bebidas: El sector mostró una caída del 8,3% interanual en septiembre, aunque mejoró un 1,9% en la comparación mensual. El acumulado de los primeros nueve meses del año refleja una baja del 15,5%. El uso de la capacidad instalada se situó en un 62,2%. Las empresas señalaron la competencia desleal y la falta de acceso al crédito como los principales problemas que enfrentan, destacando la falta de traslado de las bajas arancelarias al precio final de los productos importados.
- Textiles e indumentaria: Este rubro se retrajo un 7,3% anual y un 0,8% mensual. A pesar de la estabilidad del dólar y los precios, las empresas reportaron una caída del 4,6% en los primeros nueve meses de 2024. La capacidad instalada fue del 54,6%, la más baja entre los sectores. El poder adquisitivo limitado y la competencia de países vecinos están afectando fuertemente la demanda local.
- Maderas y muebles: Con una baja del 0,6% interanual, este sector fue el menos afectado en términos de caída anual. Sin embargo, mostró un crecimiento mensual del 2,8%. El uso de la capacidad instalada fue del 61,6%, con las empresas destacando la estabilidad de los precios y una leve mejora en las ventas.
- Metal, maquinaria, equipo y transporte: El sector cayó un 2,6% en septiembre respecto al año pasado, pero creció un 5,4% mensual. La capacidad instalada fue del 60,1%. Las empresas siguen denunciando la falta de reducción de costos en insumos clave, como el vidrio y el aluminio, y la fuerte competencia desleal de compañías informales.
- Químicos y plásticos: Este sector se contrajo un 8% en términos interanuales, aunque subió un 5,3% en la comparación mensual. Con una capacidad instalada del 63,7%, las empresas destacaron que, aunque los costos de insumos han comenzado a bajar, es crucial recuperar los niveles de ventas para evitar una crisis financiera.
- Papel e impresiones: Con una caída del 20,7% interanual, es el sector más afectado. No obstante, en la comparación mensual, mostró un crecimiento del 9,1%, siendo el rubro con mayor recuperación frente a agosto. La capacidad instalada fue del 59,4%. Las empresas resaltaron que la baja en costos de algunos insumos y repuestos ayudó a mejorar, aunque la presión financiera sigue siendo alta.