La crisis y el ajuste golpean el poder adquisitivo en septiembre, con descensos de hasta un 30% en productos básicos y categorías de consumo impulsivo.
El consumo masivo sigue en picada y acentuó su caída en septiembre, alcanzando un preocupante 22,3% en comparación interanual. Los supermercados retrocedieron un 21,2% y los autoservicios independientes, un 23,5%, marcando una tendencia negativa que ya lleva acumulada una baja del 11,9% en los primeros nueve meses de 2024, según cifras de la consultora Scentia.
La recesión actual impacta en todos los canales y categorías de productos, sin excepciones. Según Osvaldo Del Rio, director de Scentia, los próximos meses mantendrán la tendencia a la baja, con un mercado que aún enfrenta bases de comparación elevadas debido a los incentivos previos a las elecciones presidenciales de 2023, cuando el “Plan Platita” promovido por el entonces ministro Sergio Massa buscaba alentar el consumo.
Los Rubros Más Afectados
El impacto ha sido especialmente grave en las categorías de productos que la población tiende a reducir primero cuando la economía se vuelve restrictiva. Los productos de consumo impulsivo (como alfajores, bombones, cigarrillos y postres) encabezaron la caída con un desplome del 37,2%. Las bebidas alcohólicas registraron una baja del 30,7%, mientras que los productos de higiene y cosmética descendieron un 28,3%, reflejando las limitaciones de los consumidores para costear artículos no esenciales.
Una Caída Profunda en el Interior del País
El informe de Scentia señala que la baja en el consumo ha sido especialmente profunda en el interior del país. Las ventas en supermercados cayeron un 22,9% interanual y acumulan un 13,6% de descenso en lo que va del año. En tanto, los autoservicios independientes sufrieron una contracción del 30,8% en septiembre, alcanzando un acumulado negativo del 17,6%. Esto evidencia una profundización de la crisis económica fuera de las grandes ciudades y una pérdida de poder adquisitivo que limita cada vez más el acceso a bienes de consumo básico.
El panorama de consumo masivo en Argentina sigue marcado por la contracción y el ajuste, con ventas que reflejan un nivel de crisis que afecta de manera transversal a la población, dejando atrás cualquier expectativa de recuperación a corto plazo y profundizando las desigualdades regionales en el acceso a productos básicos.