Gasoducto Nestor Kirchner: Impacto Económico

La Importancia del Gasoducto Néstor Kirchner en el Contexto Energético Argentino

Es un hecho, aunque hay una fuerte campaña para generar confusión y descreimiento, es una realidad palpable. El domingo 9 de julio, se inauguró el primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner. Esta megaobra abarca más de 500 km y en su primera etapa se extiende desde Tratayén (Neuquén) a Salliqueló (Buenos Aires).

Tras la pandemia por Covid-19, ya en el año 2021, se licitó la obra que comenzó a ejecutarse en 2022. Esta primera etapa se realizó en solo 10 meses (tiempo récord). La celeridad lograda resulta de vital importancia porque permite el ahorro de parte del gas importado en la época de mayor consumo (junio a agosto) y contrasta con la inacción de la gestión anterior. El derrotero de la obra indica que:

El gobierno de Mauricio Macri postergó la licitación en dos oportunidades, siendo el FMI un actor gravitante para limitar el avance de esta obra de infraestructura, exigiéndole a la Argentina priorizar el ajuste fiscal.

Es inevitable pensar que, de haberse concretado aquella obra, Argentina hubiera atravesado en un escenario absolutamente diferente la crisis de los combustibles generada por la guerra Rusia-Ucrania en 2021. De hecho, el pasado 12 de mayo, el ministro de Economía Sergio Massa recordó que “El gasoducto no se hizo en 2018 y nos costó USD 8.000 millones” (1).

La Revolución de Vaca Muerta y el Papel del Gasoducto

La Argentina se ubica en el cuarto lugar en el ranking de países con mayor volumen de reservas de petróleo no convencional. De los 27 billones de barriles que se estiman a nivel nacional, 16 se encuentran en Vaca Muerta, es decir, casi un 60% del total. En cuanto al gas no convencional, Argentina posee la segunda reserva más grande del mundo. Del total nacional, el 40% se encuentra en Vaca Muerta.

Este volumen de recursos no sólo nos permitiría suplir el declino de la producción convencional sino también revertir la balanza comercial energética: pasar de un escenario de importación de energía al autoabastecimiento y capacidad exportadora. Algunas estimaciones, calculan un ingreso potencial de divisas anual de más de 37.500 millones de dólares (5). Esto representa un tercio del total de exportaciones argentinas de bienes al año 2022.

Argentina hoy tiene costos de producción de hidrocarburos altamente competitivos a nivel internacional. Fue la YPF recuperada por el Estado la que realizó las inversiones iniciales y pagó el costo de la curva de aprendizaje que las empresas privadas no estaban dispuestas a asumir. Esas inversiones fueron las que permitieron mejorar la eficiencia de modo tal de tornar factible (y rentable) económicamente la extracción de los recursos de Vaca Muerta.

Informe del Centro de Economía Política Argentina

El informe del CEPA, brinda una serie de estimaciones relativas al impacto del ahorro por importación de energía y al potencial impacto de la exportación de gas en la balanza comercial.

Ya con la obra en marcha, se expande la capacidad exportadora argentina resolviendo la etapa del transporte que hoy resulta insuficiente para el potencial que existe. Esto permitirá ahorrar dólares por reducción de importaciones de Gas Natural Licuado (GNL).

Al respecto, si los precios de GNL mantienen su tendencia a la baja (entre 15 y 20 USD por MMBTU), el gasoducto permitirá ahorrar USD 1000 millones en el segundo semestre del 2023 frente a un escenario teórico sin gasoducto, y a precios actuales de importación.

En tanto que la estimación respecto del ahorro en dólares para el segundo semestre del 2023, según la fecha en que se puso en marcha esta obra, comparada con el mismo período del 2022, alcanzaría los 1400 millones de dólares.

Por su parte, ya con la finalización del segundo tramo, se podría dejar de importar gas y combustibles alternativos (Gasoil y Fuel Oil) para la generación eléctrica, y ahorrar en un año completo, considerando la estacionalidad de las importaciones, entre USD 4 y 4,3 mil millones anuales. Esto equivale a la media de importaciones de los últimos 10 años, también es equivalente a 2/3 de las importaciones totales de un mes promedio y al 9% del préstamo a Fondo Monetario Internacional (FMI).

Vale recordar que, en un escenario de disparada de precios en el mundo como ocurrió tras iniciarse la guerra Rusia-Ucrania, el impacto a nivel local fue importante y, según estimaciones propias, generó un gasto extra de USD 3.800 M en 2022 frente a 2021. En un escenario de este tipo, el gasoducto evitaría este tipo de costos adicionales.

Beneficios Sociales y Económicos para el País

Los beneficios sociales y económicos del gasoducto Néstor Kirchner son diversos y de gran relevancia para el desarrollo del país. A continuación, detallamos algunos de los aspectos más destacados:

1. Generación de Empleo y Desarrollo Regional: La construcción y operación del gasoducto implican la creación de empleos directos e indirectos en diferentes etapas del proyecto. Durante la fase de construcción, se generan puestos de trabajo en áreas como ingeniería, construcción civil, logística y servicios, lo que beneficia a comunidades locales y promueve el desarrollo regional. Asimismo, el aumento de la capacidad productiva en Vaca Muerta y el impulso a la industria energética generan más oportunidades laborales y derrame económico en las provincias involucradas.

2. Impulso a la Industrialización y el Crecimiento Económico: La disponibilidad de gas natural a precios competitivos es un incentivo clave para la atracción de inversiones en el sector industrial. El gasoducto garantiza el abastecimiento energético necesario para el funcionamiento y expansión de diversas industrias, lo que promueve la producción local y fortalece la competitividad del país. La reducción de costos en el proceso productivo contribuye al crecimiento económico sostenido.

3. Fortalecimiento de la Soberanía Energética: La capacidad de transportar y distribuir el gas de Vaca Muerta a lo largo del país garantiza la autonomía energética de Argentina. La dependencia de la importación de energía disminuye significativamente, reduciendo la vulnerabilidad frente a fluctuaciones internacionales de precios y crisis geopolíticas. La soberanía energética es esencial para asegurar el desarrollo sostenible y el bienestar de la población.

4. Reducción de Costos y Tarifas Energéticas: El gasoducto contribuye a disminuir los costos de producción en diversos sectores, lo que se traduce en tarifas más accesibles para los usuarios. Las industrias, comercios y hogares se benefician con la reducción de sus gastos energéticos, lo que promueve la competitividad y mejora la calidad de vida de la población.

5. Fomento de la Exportación de Gas: La disponibilidad de un gasoducto de gran capacidad permite no solo abastecer el mercado interno, sino también impulsar las exportaciones de gas natural hacia países vecinos. El intercambio energético regional puede traducirse en ingresos adicionales para el país y fortalecer los lazos comerciales con otras naciones.

6. Ingreso de Divisas y Balance Comercial Favorable: La reducción de importaciones de combustibles fósiles y la posibilidad de exportar gas natural generan un impacto positivo en el balance comercial de Argentina. Los ahorros en divisas por menor importación de energía y los ingresos por exportación de gas contribuyen a mejorar la situación económica y financiera del país.

7. Desarrollo de Infraestructura y Modernización del Sector Energético: La construcción del gasoducto implica una importante inversión en infraestructura que mejora la red de transporte de gas en el país. Esta modernización y expansión de la red garantizan un suministro estable y seguro, favoreciendo el desarrollo de otras industrias y proyectos de energías limpias.

8. Contribución a la Lucha contra el Cambio Climático: El uso del gas natural, una fuente de energía más limpia en comparación con los combustibles fósiles tradicionales, contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La apuesta por una matriz energética más sostenible y diversificada es fundamental para enfrentar el desafío del cambio climático.

En conclusión, el gasoducto Néstor Kirchner representa una obra estratégica que impacta positivamente en el desarrollo económico y social de Argentina. A través de la promoción de la industria, la generación de empleo, el fortalecimiento de la soberanía energética y la mejora de la balanza comercial, el proyecto se erige como un pilar fundamental para el crecimiento sostenible y la proyección de la nación en el escenario energético internacional. Además, la apuesta por energías más limpias y la modernización de la infraestructura energética marcan un camino hacia un futuro más sostenible y responsable con el medio ambiente.

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