Piñas van, piñas vienen: el peronismo disputa su interna mientras avanza el ajuste de Milei

En las últimas semanas los principales referentes de esta fuerza política participaron de diversos actos y entrevistas. La disputa por la conducción del peronismo ocupa el centro del debate. La estrategia de dejar hacer y dejar pasar el plan de ajuste del gobierno nacional, para volver en 2027.

El peronismo de la Provincia de Buenos Aires decidió exponer a cielo abierto la interna que recorre a esta fuerza política desde que comenzó a perder apoyo en el terreno electoral, seguido por el fracaso del gobierno de Unión por la Patria, y el triunfo de Milei.

Luego de varios meses de declaraciones cruzadas entre el sector que representa a la organización La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner, y el sector que se encolumna detrás del gobernador bonaerense Axel Kicillof, en la última semana y tras la aparición de Cristina Fernández de Kirchner en un acto en Quilmes, fueron los propios exponentes de esta interna quienes tomaron la palabra. El gobernador bonaerense suma entre quienes lo apoyan a la vicegobernadora y representante de La Matanza, Verónica Magario, y a un grupo de intendentes como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), y Andrés Watson (Florencio Varela), entre otros.

La disputa, que a simple vista pareciera ser por quién va a “manejar la lapicera” en el armado de listas de las elecciones por venir, tiene de trasfondo una pelea mayor y es el liderazgo del peronismo en esta etapa.

“¿Qué es la conducción de Cristina”

Tanto Axel Kicillof como Máximo Kirchner reconocen la conducción del peronismo en la persona de Cristina Fernández. Sin embargo, empiezan a sonar cada vez más fuerte las voces que cuestionan sus decisiones y, sobre todo, cómo se toman esas decisiones.

“¿Qué significa la conducción de Cristina ¿Qué es la conducción de Cristina ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?”, disparó hace algunas semanas uno de los alfiles de Kicillof, el ministro bonaerense Andrés Larroque. A este planteo se sumaron las voces de algunos intendentes que no quieren recibir más directivas por parte del diputado y líder de La Cámpora.

En medio de las tensiones, la ex presidenta reapareció y se pronunció en un acto en la localidad de Quilmes. “Hay que dejar de salir a discutir pelotudeces”, fue el mensaje de Cristina para la dirigencia que pone en cuestión su liderazgo. Al finalizar, y para que no queden dudas de dónde se para en la interna, Cristina se subió a un pequeño escenario junto a tres dirigentes de La Cámpora, entre los que estaba su hijo Máximo.

Días después, Máximo Kirchner hizo pública la convocatoria a elecciones internas para elegir la nueva conducción del peronismo el próximo 17 de noviembre, mientras cerró filas con la ex presidenta. En un programa de streaming el líder de La Cámpora dijo, “Tanto que el dedo de Cristina y que la monarquía. Por ahí vos escuchás a un intendente que está hace 20 años en su distrito y habla de monarquía” (…) Si está el 40% del padrón nacional en la PBA, lo mejor que podemos hacer es acompañar ese proceso si se vota. No vaya a ser que después aparezcan con las listas de unidad, y ahí otra vez, ya no es el dedo de Cristina sino que es la síntesis de “no sé quién”, se defendió.

Kicillof: interna peronista y proyección al 2027

El gobernador bonaerense acusó recibo y sin demoras impulsó una serie de iniciativas, en diferentes niveles. Por un lado, alentó el lanzamiento de un nuevo e incipiente espacio político encabezado por su ministro de gobierno y hombre de confianza, Carlos Bianco, que se suma a la organización que conduce Andrés “cuervo” Larroque, “La Patria es el otro”, ambas encolumnadas detrás de la figura de Axel Kicillof.

Además, apoyándose en su rol de opositor a Milei, Kicillof tuvo gestos con gobernadores del radicalismo y del PRO en nombre del federalismo, dejando entrever que apuesta a la transversalidad como forma de gobierno. Una señal para quienes lo proponen como presidenciable en 2027. La jugada, que incluyó darle a modo de préstamo patrulleros al gobernador Pullaro en Santa Fe y ambulancias al gobernador Ignacio Torres en Chubut, le valió algunas críticas por lo bajo de intendentes bonaerenses.

Y para finalizar una semana de señales políticas, Axel Kicillof tomó la palabra el sábado en un acto que encabezó en el distrito de Florencio Varela donde se lanzó, aún sin decirlo abiertamente, como figura fuerte del peronismo para las elecciones presidenciales de 2027. No hubo entre los presentes representantes de La Cámpora ni del Frente Renovador. Lo acompañaron la mayoría de los funcionarios de su gabinete y los intendentes que se declaran kicillofistas, como Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Andrés Watson (Florencio varela), Fernando espinoza (La Matanza) y Fabián Cagliardi (Berisso). Además se pudo ver en el palco a los dirigentes sindicales Pablo Moyano (CGT), Roberto Baradel (SUTEBA), Oscar “colo” de Isasi (ATE) y Pablo Maciel (CICOP).

El sector que representa el gobernador Kicillof tomó nota del enorme malestar que hay en la sociedad respecto de las medidas de ajuste del gobierno nacional, por esa razón centró su discurso en la confrontación con Milei, llamando a movilizar el día del tratamiento de la Ley Bases, pero depositando la confianza en la decisión de los senadores y sin correrse de la estrategia de fondo que es dejar hacer y dejar pasar el plan de ajuste y entrega de Milei. También repitió su narrativa en defensa del Estado, “La Provincia va a defender con el cuerpo lo que es de la Provincia”, remarcó el gobernador. Vale recordar que en la práctica, Axel Kicillof dejó a un costado la defensa de los intereses bonaerenses cuando decidió pagar los millones de dólares de deuda que dejó la gestión anterior de Vidal, sin siquiera cuestionar esa deuda, que significó una verdadera estafa a la Provincia.

Derrotar el plan de ajuste y entrega

Mientras Milei y sus colaboradores descargan sobre las espaldas de las familias trabajadoras y el pueblo los ataques y recortes que viene llevando adelante para cumplir con el FMI, el peronismo ha decidido poner en el centro de su agenda el debate interno por su conducción, antes que el llamado a la organización para enfrentar este plan de destrucción y entrega.

Tal como vienen denunciando los legisladores de la izquierda, como Myriam Bregman, el peronismo le está regalando al gobierno de Milei un tiempo valiosísimo para avanzar con sus políticas, demostrando que su estrategia es dejar que Milei realice “el trabajo sucio”, es decir, que lleve adelante las medidas más perjudiciales para la sociedad, y realice la mayor entrega de riquezas para los sectores concentrados de la economía, mientras preparar la vuelta al gobierno en 2027, sobre las bases de un país destruido, que el peronismo prometerá reconstruir. Una película que se repite y que las mayorías no quieren volver a ver.

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