Conocé el prontuario de Carlos Stornelli, el fiscal que arma causas a pedido de Bullrich y Milei

Fiscal federal desde el menemismo, como ministro bonaerense de Daniel Scioli encubrió a la Policía que desapareció a Luciano Arruga. Durante el macrismo volvió a la Fiscalía para espiar, extorsionar, exigir coimas y montar pruebas. Ahora, en línea con la ministra de Seguridad y el presidente, busca imputar a los manifestantes por delitos falsos relacionados a un golpe de Estado.

Carlos Ernesto Stornelli, en sus más de 30 años como fiscal federal, demostró ser un corrupto al servicio de la casta judicial y el régimen de los empresarios. Paseó del menemismo al kirchnerismo, para terminar aliado a Mauricio Macri.

Hoy corona su trayectoria operando para violar el derecho a manifestarse, y busca aplastar las garantías y libertades democráticas de los ciudadanos de a pie. La cantidad de imputaciones (¡falsas!) que descargó sobre las personas detenidas, el día que se votó la Ley de Bases en el Senado, no se las aplicaron ni al genocida Videla. Ahora, de la mano de la ministra Patricia Bullrich, Stornelli quiere volver a meter presos a los manifestantes y transeúntes que fueron cazados ilegalmente por la policía, bajo la ridícula acusación de intento de golpe de Estado.

Un inmenso arco de solidaridad se desplegó en estos días, para exigir la liberación de los detenidos ilegalmente, en defensa del derecho a la protesta social y por la anulación de todas las causas armadas. El martes habrá una concentración en Plaza de Mayo y el miércoles, se entregará un petitorio con más de 37.000 firmas en Comodoro Py.

Prontuario de un fiscal corrupto y antidemocrático

La familia, lo primero. Carlos Ernesto Stornelli es hijo del Teniente coronel que encabezó la intervención en la exradio Belgrano durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. Y su suegro, Llamil Reston, fue ministro de Trabajo de Jorge Rafael Videla, además de titular de la cartera de Interior de Reynaldo Bignone.

Quizás fue esa tradición, cultivada durante el Proceso, la que llevó a su familia a querer adoptar al bebé que gestó y dio a luz obligada una niña violada de 12 años en Jujuy. Fue en 2019, la niña y su familia pidieron el acceso al aborto no punible y la justicia jujeña se lo negó. El gobernador Gerardo Morales avaló esta crueldad y afirmó que la familia Stornelli estaba interesada en adoptar al bebé: pasando por alto no solo la legislación de aborto vigente, sino también la ley de adopción. Gesto digno de una tradición de apropiadores de bebés.

Carlos Stornelli fue nombrado Titular a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4 (Comodoro Py), en el año 1993. Cargo que sostuvo desde el menemismo hasta el día de hoy.

Solo tres años se tomó licencia como fiscal (de 2007 a 2010), para asumir como ministro de Seguridad bonaerense, durante el gobierno de Daniel Scioli, bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. En 2009, durante su gestión, ocurrió la desaparición de la familia Pomar. Stornelli salió veloz a operar en los medios de comunicación para que su gestión no fuera salpicada. Los cuerpos de la familia fueron hallados 25 días después, en una zona que, según la Gobernación, había sido rastrillada al menos ocho veces.

El mismo año ocurrió la desaparición seguida de muerte del adolescente Luciano Arruga. Vanesa Orieta, hermana de Luciano, siempre recuerda que Carlos Stornelli la increpó a los gritos por afirmar que la Policía Bonaerense mandaba a los pibes pobres a robar para ellos: Luciano se negó, por eso terminó muerto. Stornelli operó junto a otros funcionarios, como Aníbal Fernández, para embarrar la cancha y encubrir a la policía. La verdad se confirmó dramáticamente en este caso, luego de una larga lucha.

El rol político de Stornelli, durante esta gestión, consistió en encabezar una reforma que daba mayor poder de acción a los policías. Recién en 2010, con todo ese trabajo sucio hecho, Daniel Scioli le pide la renuncia.

Carlos Stornelli también fue miembro de la Comisión Directiva y la Comisión de Seguridad de Boca Juniors, cuando Mauricio Macri era presidente del club, donde se mantuvo hasta el año 2015. Por esos años, el fiscal quedó en una situación complicada por sostener vínculos frecuentes con el exbarrabrava de la 12, Rafa Di Zeo. Su relación con Daniel Angelici, otro operador político del macrismo en Tribunales, fue el que lo acercó.

Vuelto a la fiscalía federal porteña en Comodoro Py, y ya bajo la presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos), formó parte del entramado de corrupción, espionaje y armado de causas en el llamado “Comodoro PRO”.

La más resonante fue la causa conocida como “Cuadernos de Centeno“, que imputaba a funcionarios kirchneristas, empresarios contratistas del Estado y a la expresidente CFK. Los propios funcionarios no fueron capaces de negar la corrupción durante su gestión; pero la causa fue armada con pruebas que no pudieron sostenerse. De esa manera, no se iba a llegar a la verdad, ya que fue una instrumentación de la Justicia con fines políticos, una suerte de “lava jato” argentino.

El fiscal Stornelli fue imputado por extorsión y asociación ilícita a cambio de “limpiar nombres” en expedientes sensibles relacionados a esta causa. La verdadera industria del Juicio: exigía coimas millonarias a empresarios contratistas. A su vez, Stornelli fue acusado de espionaje ilegal sobre el abogado defensor José Manuel Ubeira. El año pasado, el juez Julián Ercolini le hizo el favor de revocar su procesamiento.

Una vida de impunidad, corrupción y manejos antidemocráticos, llevaron a Carlos Stornelli al rol que ocupa actualmente bajo el gobierno de Javier Milei, aliado a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

En línea con el Poder Ejecutivo, el fiscal acusa a los detenidos y detenidas ilegalmente, en el marco de la manifestación contra la Ley Bases, de cometer graves delitos que rayan con el terrorismo y el intento de dar un golpe de Estado. Otro armado falso, que descarga gran parte del código procesal, para violar las garantías democráticas y el derecho a la protesta de los manifestantes; presentado ante la jueza María Servini de Cubría.

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Una vez más, solo la movilización popular y la más amplia solidaridad con los detenidos y detenidas, podrá enfrentar a esta Justicia acomodada al poder de turno. ¡Libertad a todos los detenidos! ¡Anulación de las causas armadas!

Un corrupto al servicio de la casta judicial y el régimen de los empresarios

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